El sábado dijimos no al TTIP igual que seguimos diciendo no a la OTAN

La agrupación del PCE-EPK de Donosti, hemos tomado parte activa en la movilización de este sábado 12 marzo en contra del tratado de libre comercio conocido como TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership) y que actualmente negocian en secreto los Estados Unidos y la Unión Europea.

Hace hoy 30 años, el día 12 de Marzo de 1986, la sociedad vasca dijo NO a la contuidad en la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN. A día de hoy, bajo el pretexto inicial de mantener la seguridad de los estados europeos frente a posibles ataques externos, la organización se ha convertido en una herramienta militar antidemocrática al servicio del imperialismo más cruel.

Tanto a la OTAN como al TTIP, la democracia no es sino un pequeño obstáculo en el camino a demoler para obtener sus objetivos. Es decir, proteger, mantener, y aumentar aun más, los intereses de la clase capitalista, liderada por las grandes corporaciones, sector financiero,…

Observamos atónitos en las últimas décadas cómo desde las instituciones, las mismas que debieran defender los intereses populares, se ha dado:

* una transferencia masiva de poder desde el sector público a los intereses privados, incluídas las nacionalizaciones de las pérdidas privadas.

* un impulso de la liberalización económica y financiera y que, inevitablemente provoca una galopante desigualdad, pobreza y destrucción del medio ambiente, con visos de convertirse en estructurales.

¿Frente a eso qué nos proponen? El TTIP, el CETA, y TiSA; Más de lo mismo, pero con una vuelta más de tuerca para apretarnos a las clases populares, si cabe aún más. El TTIP, así como otros tratados de libre comercio que se están negociando en paralelo tales como el CETA y TiSA, son intentos de profundizar y hacer irreversibles estos procesos de desposesión. La llamada crisis financiera ha sido la excusa perfecta del capitalismo globalizado para reducir al mínimo los derechos ciudadanos y desposeer a los pueblos de su soberanía democrática.

Hoy hemos dicho no al TTIP, la OTAN económica, y SÍ a la lucha por la igualdad, los derechos sociales y laborales, la justicia climática y la democracia real de los pueblos.