El pasado sábado 17 de junio una mujer que volvía a su casa en la Parte Vieja de Donostia, fue agredida en su propio portal, por un hombre de 22 años que, aprisionándola contra la pared, trató de quitarle la ropa con la finalidad de agredirla sexualmente.
No es un caso aislado. No fue un “enfermo”. Existe todo un sistema que respalda a los agresores al inculcar que la mujer es un ser inferior con el que puede hacer lo que le venga en gana, lo que se traduce en una infinidad de actitudes, comportamientos y acciones machistas de las cuales la mayoría se escandaliza cuando son visibles (agresiones, asesinatos). Pero existen otras no tan visibles que también hay que condenar, para evitar validar a los agresores como personas y que se vean en la potestad de violentar, agredir, maltratar a las mujeres.
Son situaciones del día a día, agresiones que muchas de nosotras hemos tenido que vivir, especialmente en ambientes como las fiestas o volviendo de estas, y estamos hartas. Exigimos una educación feminista para que algún día ninguna mujer tenga que volver de camino a casa con las llaves entre los nudillos
Desde el PCE-EPK y Gazte Komunistak-UJCE denunciamos cualquier acto de violencia machista y condenamos rotundamente a cada uno de los agresores.
